UNIRNOS POR SOBRE LAS DIFERENCIAS

Este lunes 1 de Diciembre, cuando abrí las páginas del diario, comprobé con alegría que no todo estaba perdido, que asomaba un sol que me ocultaban los agoreros de siempre, que un nuevo derrotero nos decía vamos hermanos, no será fácil, pero tampoco imposible.

Este lunes sentí que todavía podíamos soñar con otras primaveras, empujar juntos las ilusiones de un mundo mejor, sostener en alto las banderas de nuestros ideales, que la POLITICA no era una mala palabra, que la unidad de los de abajo no es una utopía y que cada paso que demos mañana tiene que tener la firmeza de nuestras convicciones, la seguridad de nuestras posiciones y que por sobre las diferencias, podemos trabajar juntos sin temores a las traiciones, sin desconfianzas y con fe en el futuro.

Este lunes, sentí que aún podía soñar con ese país que les prometí a mi hijos y mis nietos, que el tren para todos venía avanzando por las vías de un firme compromiso generalizado uniendo pueblos y ciudades con sus poblaciones de jóvenes y viejos, cantando y encolumnados en el reclamo compartido de una país con equidad, con trabajo y recuperando la esperanza que intentaron robarnos.

Este lunes, sentí la necesidad de expresarme con la alegría que surge de esa esperanza, del ánimo que se transmite cuando los objetivos compartidos se vislumbran como cercanos, de sentirse acompañado en la gran empresa de recuperar los trenes, de sentir que en cada firma de las planillas que llenamos en la cotidiana tarea de juntar adhesiones , se expresaba una parte del patriotismo de los que no quieren bajar los brazos y se suman en la seguridad de estar apuntando a fortalecer una ARGENTINA sin fronteras, divisiones, postergados o excluidos, una ARGENTINA de pueblos integrados y de andenes llenos de ilusiones con sonoras y brillantes campanas de anuncios de prontas salidas.

Angel M. Contestí