sábado, 7 de noviembre de 2009

COMO PERRO QUE VOLTEÓ LA LATA

Yo señor, no señor, la culpa la tiene el perro que volteó la lata.

Este juego de palabras, sirve para graficar las responsabilidades eludidas de nuestros dirigentes empresarios, gremiales, sociales, etc. de nuestros funcionarios, de nuestros legisladores, intendentes, presidentes de comunas y gobernadores sobre hechos que hacen a la calidad de vida de nuestros pobladores.

Por comodidad, desconocimiento, ignorancia, complicidad o simplemente por compromisos partidarios que les impide sacar los pies del plato, muchos callan u ocultan los nocivos efectos del incremento de las superficies afectadas al monocultivo de soja y prefieren sumarse a los que destacan los valores alcanzados en la cantidad de toneladas de ese cereal exportadas y los ingresos de divisas generados, que incluye al propio Gobierno Nacional.

Mientras se contaminan los suelos, se destruyen bosques nativos - porque pese a la ley - sigue produciéndose y la frontera agrícola desplaza poblaciones enteras, como perros que voltearon la lata, se hacen los tontos y los grandes medios a los que ahora se les garantizó continuidad de sus posiciones de privilegio y sin que nadie hable del tema disfrutan de los ladridos a la luna que proferimos los que queremos construir otro país.

Todo parece indicar que nada podrá ser modificado en esta Argentina condenada al estancamiento, al hambre y la miseria de un tercio de su población, a que nos mientan en los índices oficiales de la inflación, a que nos sigan pagando misérrimas jubilaciones o pensiones, a que convivamos con la mentira y la falsa promesa, a que no se resuelvan los problemas de la vivienda, a que la inseguridad genere más letras de moldes en los medios gráficos que las cuestiones económicas y a que sigan distrayendo la atención de la gente con nuevos debates que en modo alguno se refieran a las reales necesidades de la población de ingresos fijos insuficientes y congelados.

Qué nos cabe, acaso la resignación? Porque ya se está instalando la sensación del miedo a la represión de las protestas como mecanismo de disciplinarlas y los recientes hechos que incluyen los de nuestra ciudad, a eso apuntan.

Parecería que superados los recientes comicios, se abre la tranquera para que las fuerzas represivas hagan sus ensayos de gradual pero progresiva intención golpista y con el siempre fiel apego al “orden” que pretenden, los medios de comunicación sirvan en bandeja los argumentos para ir generando las condiciones propicias a la desestabilización y nuestra sociedad que pierde la memoria con suma facilidad se coma el verso de la inseguridad “que tanto preocupa” y termine deglutida por estos mensajes.

No será hora para que nuestros diputados, senadores, concejales, etc. presten atención a los problemas sociales y entre todos vayamos buscando las mejores soluciones?

No hay recursos ni de donde sacarlos para efectivamente recuperar parte de la inequidad distributiva de nuestras riquezas?

Qué aporte les exigiremos a las grandes empresas que se han beneficiado y se benefician con privilegiadas posiciones tributarias, que obtienen superganancias a costa de la liquidación de nuestro patrimonio y cuando se terminarán los subsidios a la ineficiencia de los concesionarios de empresas públicas privatizadas?

No son estos los temas que deben discutirse en el parlamento para resolver los efectos de esta crisis?


Angel M. Contestí

No hay comentarios: